La votación de procedimiento en el Senado la semana pasada sobre la reforma financiera hizo más que poner fin a una maniobra obstruccionista republicana. Estableció la verdadera prueba de la determinación de los demócratas de promulgar el tipo de cambio que tanto necesita el sistema financiero de la nación.
Lograr eso requiere aprobar enmiendas para fortalecer las áreas débiles del proyecto de ley y derrotar los esfuerzos para debilitar sus partes fuertes. Los líderes del Senado pueden tratar de salvar las divisiones partidistas obstaculizando o bloqueando las enmiendas sobre temas divisivos. Eso permitiría a los reformadores reacios de ambos partidos evitar votaciones políticamente difíciles y apaciguar al lobby bancario, pero no serviría al interés público.
Para el momento en que se apruebe este proyecto de ley, el público debe saber quién se encuentra en cada uno de los temas de reforma más importantes, comenzando con estos dos:
DEMASIADO GRANDE PARA FRACASAR Los senadores dijeron el martes que habían llegado a un acuerdo sobre cómo pagar la incautación y el desmantelamiento de los grandes bancos cuya quiebra inminente podría desestabilizar el sistema, pero eso no enfrenta el tema más difícil de cómo reducir los grandes bancos a un mínimo. tamaño menos amenazador. El proyecto de ley del Senado insta a los reguladores a imponer requisitos de capital más altos a las instituciones más riesgosas. El objetivo es hacer que el tamaño y la complejidad sean tan caros que los bancos opten por restringir su tamaño, pero es poco probable que las nuevas reglas sean suficientes.
El proyecto de ley del Senado también impone demoras innecesarias en la promulgación de la llamada regla Volcker, que prohibiría a los bancos realizar transacciones de mercado riesgosas por cuenta propia y poseer fondos de cobertura y fondos de capital privado. Los senadores Carl Levin de Michigan y Jeff Merkley de Oregón, ambos demócratas, tienen una enmienda para promulgar la regla Volcker sin demoras indebidas ni retoques.
Incluso eso puede no ser suficiente. Los demócratas Sherrod Brown de Ohio y Ted Kaufman de Delaware proponen límites de tamaño para los bancos que incluyen limitar las obligaciones sin depósito a no más del 2 por ciento del producto interno bruto. Eso proporcionaría un respaldo necesario contra los rescates y disminuiría el poder político de los bancos.