Washington, DC – El Senador de los EE. UU. de Oregón, Jeff Merkley, patrocinador principal del Ley para el Pueblo— emitió la siguiente declaración hoy después de que todos los senadores republicanos votaron una vez más a favor de obstruir el debate sobre el proyecto de ley, además de bloquear por separado el debate sobre el DIVULGAR Ley y comisiones de redistribución de distritos justas e independientes:
“Tenemos una pandemia de coronavirus que amenaza nuestra salud. Pero en Texas, Florida, Georgia y tantos otros estados del país, hay un segundo virus que se extiende por todo el país. Se llama supresión de votantes y amenaza el derecho constitucional de los ciudadanos estadounidenses a dar forma a las decisiones que nos afectan a todos.
“Esta noche, una vez más, los senadores republicanos hicieron maniobras obstruccionistas para garantizar la continuación de la corrupción en nuestros sistemas electorales. Cientos de proyectos de ley de supresión de votantes, cada uno de los cuales se basa en la conspiración de la 'Gran Mentira', se están acumulando en las legislaturas estatales con el objetivo de evitar que voten grupos específicos de ciudadanos estadounidenses. Los multimillonarios continúan comprando elecciones con dinero negro. Y los funcionarios estatales republicanos ya están planeando cómo manipular la nueva ronda de distritos legislativos para tomar el poder negando la representación igualitaria de los estadounidenses. Esta legislación terminaría con todas estas tácticas para que la gente, sin importar su afiliación política, geografía, color de piel o ingresos, pueda dar forma a nuestro gobierno. Ese es un valor estadounidense, no partidista.
“Hace cincuenta y seis años, casi hasta el día, Lyndon Johnson firmó el Ley de derechos electorales de 1965. Una vez dijo: 'Está mal —muy mal— negar a cualquiera de sus compatriotas estadounidenses el derecho a votar en este país. No se trata de derechos de los Estados ni de derechos nacionales. Sólo queda la lucha por los derechos humanos.' Está claro que esta lucha es más feroz ahora que nunca, y es una lucha que debemos ganar. Tomar el poder negando a sus rivales políticos la misma oportunidad de votar y que se cuente su voto es una amenaza diabólica para nuestra visión constitucional y la libertad de los estadounidenses.
“Lamentablemente, se esperaba este obstruccionismo y deja en claro que debemos buscar otras opciones para aprobar este proyecto de ley. Mis colegas y yo seguimos decididos a lograr que los pilares centrales de la Ley para el Pueblo—planes para garantizar que todos los estadounidenses elegibles tengan las mismas oportunidades de emitir su voto y que se cuente, para detener la manipulación partidista y arrojar luz sobre el dinero oscuro que corrompe nuestra política— cruzar la línea de meta y convertirse en ley. El fracaso no es una opción cuando se trata de preservar la libertad de voto de los estadounidenses”.